El evangelista ugandés Robert Kasozi, conocido como Mulokole, fue apuñalado en el estómago y tres miembros de su equipo fueron golpeados en el pueblo de Kiwanga, Uganda, después de convertir al cristianismo a una viuda musulmana de 75 años.
El ataque ocurrió durante una sesión de predicación al aire libre cuando Hasifa (nombre cambiado por razones de seguridad) decidió abandonar el islam y abrazar la fe cristiana. La conversión provocó la ira de un familiar de la mujer y de un comerciante local, quienes comenzaron a gritar consignas islámicas y a incitar a una multitud de musulmanes contra el equipo evangelístico.
Los agresores insultaron a los evangelistas, destruyeron Biblias y atacaron violentamente a Kasozi, así como a sus compañeros Alice Nanduja, James Bazanya y Frank Biribawa. A pesar de que los atacantes son conocidos por los residentes locales, hasta el momento no se ha informado de arrestos.
Kasozi se encuentra hospitalizado en recuperación y ha manifestado su intención de presentar una denuncia cuando reciba el alta médica. Aunque la Constitución de Uganda garantiza la libertad religiosa, los cristianos convertidos desde el islam, especialmente en las regiones orientales del país, siguen enfrentando actos de persecución.
Los musulmanes representan aproximadamente el 12% de la población de Uganda, y la presión contra los cristianos es más intensa en zonas de mayoría islámica en el este del país.
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