Tensión Entre Obispos Católicos y la Administración de Trump en un Encuentro en Capitol Hill

El 26 de enero, el personal de los obispos católicos de EE.UU. y los defensores católicos se reunieron en el Encuentro de Ministerio Social Católico de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. (USCCB, por sus siglas en inglés), celebrado en el Capitolio. Durante el evento, se discutieron los desafíos que los trabajadores sociales católicos enfrentarán bajo la nueva administración, con un énfasis particular en las políticas de inmigración y los derechos humanos.

Emilce Cuda, una funcionaria del Vaticano, habló sobre el "aire de inquietud" que se percibe en el ambiente y los retos que los defensores católicos tendrán en un entorno político cambiante. En un receso para el café, el vicepresidente JD Vance criticó abiertamente la postura de los obispos de EE.UU. sobre las políticas migratorias, sugiriendo que sus acciones estarían motivadas por preocupaciones financieras. Vance acusó a los obispos de ser "malos socios" en la implementación de políticas de inmigración y cuestionó si sus preocupaciones estaban realmente impulsadas por la necesidad de financiación.

Las palabras de Vance marcan un hito en la oposición que los obispos católicos han enfrentado por parte de un católico en el gobierno de EE.UU., desafiando directamente su carácter y la base de sus preocupaciones. A lo largo de los años, los obispos han tenido desacuerdos con la administración de Trump en cuestiones clave como la pena de muerte y las ventas de armas, pero las críticas de Vance destacan una división creciente entre la Iglesia Católica y la política del gobierno.

El cardenal Christophe Pierre y otros obispos subrayaron tres áreas principales de enfoque: la abolición de la pena de muerte, la promoción de la paz y el apoyo a los migrantes. El obispo Joseph Tyson también destacó la relación entre el tráfico humano moderno y la teología cristiana, enfatizando la necesidad urgente de abordar este problema desde una perspectiva moral.

Después de las intervenciones, los obispos y estudiantes católicos de universidades visitaron Capitol Hill para abogar por políticas que apoyen a las familias más pobres y proporcionen protecciones humanitarias a los migrantes. A pesar de la histórica alineación de los obispos católicos con posiciones republicanas en temas como el aborto, las políticas migratorias del Partido Republicano y los recortes a la ayuda exterior han generado desafíos para los defensores católicos.

Los defensores católicos también encontraron dificultades para ganar apoyo entre los legisladores en cuestiones como la ayuda pública internacional en salud y las políticas migratorias. A pesar de esto, los obispos han enfatizado su largo historial de apoyo a los refugiados, señalando que sus programas de reasentamiento dependen de la colaboración con el gobierno y de financiamiento parcial.

Un informe reciente sobre la libertad religiosa destacó cómo los servicios de inmigración de los obispos católicos han sido objeto de ataques, lo que podría aumentar la división partidista entre los católicos debido a las políticas de Trump. A pesar de la creciente tensión, las respuestas moderadas de los obispos reflejan su comprensión de que la abogacía efectiva requiere relaciones a largo plazo, incluso con aquellos que pueden estar en desacuerdo en determinados momentos.

Imagen destacada: Meg Oliphant/Getty Images