En los últimos 50 años, el porcentaje de evangélicos que se identifican como "no denominacionales" ha experimentado un crecimiento significativo, pasando de menos del 3% a casi un 35% en 2022. Este grupo, que en sus inicios era considerado una facción marginal, ahora representa una parte importante de los protestantes en Estados Unidos.
Actualmente, aproximadamente un tercio de la población estadounidense se identifica como protestante, lo que equivale a más de 140 millones de adherentes. Dentro de este sector, los evangélicos no denominacionales han ganado terreno de manera notable. En la última década, el número de congregaciones no denominacionales en el país ha aumentado en casi 9,000, mientras que las iglesias tradicionales, vinculadas a denominaciones históricas, han experimentado una disminución en su número de miembros.
El descenso más pronunciado se ha registrado en la Iglesia Metodista Unida, que contaba con 11 millones de miembros en la década de 1960 y hoy tiene menos de 5 millones. Por su parte, la Iglesia Episcopal ha visto su número de asistentes reducirse considerablemente, con solo unos 400,000 fieles en un buen domingo.
Este cambio ha sido identificado por expertos como Ed Stetzer, quien destaca un movimiento hacia las grandes iglesias protestantes no denominacionales. Aunque el número de cristianos practicantes ha disminuido, aquellos que permanecen activos muestran una mayor intensidad en su fe.
Además, la creciente población de personas no afiliadas a ninguna religión, conocidas como los "nones", parece haberse estabilizado en los últimos años. Un dato interesante es que los hombres de la Generación Z están asistiendo a la iglesia con mayor frecuencia que las mujeres, por primera vez en la historia reciente de EE. UU.
A pesar de un entorno cultural en el que ser religioso puede generar costos sociales, los cristianos de las generaciones Millennial y Z parecen mostrar un mayor compromiso con su fe. Sin embargo, algunos jóvenes evangélicos sienten insatisfacción con sus tradiciones actuales y buscan experiencias más litúrgicas y conexiones históricas, en busca de una comunidad auténtica.
El aumento de la soledad en los adultos jóvenes también juega un papel importante en este cambio. Un tercio de los adultos de entre 18 y 34 años reportan sentirse frecuentemente solos, siendo los adultos solteros los más afectados. Esta sensación de aislamiento ha llevado a muchos a buscar una comunidad genuina dentro de la fe, un aspecto que cobra cada vez más relevancia en la vida religiosa de Estados Unidos.
Este panorama de transformaciones en el protestantismo estadounidense refleja un momento de reflexión y reconfiguración, en el que las iglesias no denominacionales están emergiendo como actores clave en la fe cristiana del país.
Imagen destacada: wwing / Getty Images
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