En medio de la presentación del nuevo presupuesto federal para el año fiscal 2024-2025, los cristianos en Pakistán han expresado profunda preocupación por la decisión del gobierno de no asignar fondos para los programas de bienestar de las minorías. El presupuesto nacional, valorado en 18.87 billones de rupias paquistaníes (unos 68 mil millones de dólares estadounidenses), fue anunciado por el Ministro Federal de Finanzas, Muhammad Aurangzeb.
En contraste con el año anterior, donde se asignaron 100 millones de rupias paquistaníes (aproximadamente 360,000 dólares estadounidenses) para iniciativas de bienestar de minorías, este año no se ha destinado ninguna cantidad para tales programas. Estos fondos generalmente se utilizan para becas y apoyo durante festividades religiosas para estudiantes pertenecientes a minorías.
Los cristianos en Pakistán enfrentan discriminación sistémica, violencia, abuso de leyes de blasfemia, conversiones forzadas, secuestros y ataques a lugares de culto. Esta comunidad representa una de las principales minorías religiosas en el país, que junto con hindúes, sikhs y otros grupos religiosos, constituyen menos del cinco por ciento de la población total, mientras que los musulmanes representan el 96.3 por ciento.
Aunque el presupuesto para asuntos religiosos ha experimentado un aumento a 1,861 millones de rupias paquistaníes (unos 6.7 millones de dólares estadounidenses) desde los 1,780 millones de rupias paquistaníes (aproximadamente 6.4 millones de dólares estadounidenses) del año anterior, el presupuesto para la división de derechos humanos ha sido reducido significativamente a 104 millones de rupias paquistaníes (unos 374,000 dólares estadounidenses) desde los 814 millones de rupias paquistaníes (aproximadamente 2.9 millones de dólares estadounidenses) del año anterior, de los cuales solo se gastaron 130 millones de rupias paquistaníes (unos 467,000 dólares estadounidenses).
Líderes cristianos prominentes como Adeel Rehmat y el Obispo Azad Marshall han expresado su decepción y preocupación por la falta de financiamiento para programas de bienestar de minorías. La activista de derechos Sumera Shafique ha destacado que los cristianos son tratados como ciudadanos de segunda clase, observando que el cinco por ciento de cuota para minorías en empleos federales generalmente se traduce en posiciones de bajo nivel para los cristianos.
Hasta el momento, no se ha proporcionado una explicación oficial sobre la falta de asignación de fondos para el bienestar de las minorías en el presupuesto recientemente anunciado. Los líderes comunitarios y activistas de derechos humanos continúan instando al gobierno a abordar esta situación y garantizar la igualdad de derechos y oportunidades para todos los ciudadanos, independientemente de su afiliación religiosa.
Imagen destacada: Finance Ministry Press Service
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