En un giro desafortunado de los eventos legales, el Tribunal en Pakistán ha denegado la solicitud de un cristiano para cambiar su designación religiosa en su tarjeta de identificación. Sufyan Masih, un trabajador cristiano de un horno de ladrillos, vio su petición rechazada por la corte, dejando su situación legal en un limbo complicado.
Masih, quien había presentado una petición en septiembre de 2022 después de que la Autoridad Nacional de Base de Datos y Registro (NADRA) se negara a cambiar su designación religiosa, se encontró con la oposición del tribunal. Su familia, desesperada por su situación, buscó la ayuda de la abogada Sumera Shafique para recuperarlo de una custodia ilegal.
La situación de Masih se complicó aún más cuando los empleadores musulmanes lo registraron fraudulentamente como musulmán. Según ellos, Masih se había convertido al Islam y era su hijo. Esto llevó a que el nombre de Masih fuera registrado como Muhammad Sufyan por NADRA, durante una visita de la unidad móvil de la agencia al horno de ladrillos. Sin embargo, se argumenta que Masih y su familia son analfabetos y no pudieron comprender el formulario de registro.
A pesar de la presentación de pruebas documentales, incluido un certificado de bautismo, y el testimonio de Masih y su familia sobre su crianza cristiana, el tribunal optó por ignorar las evidencias de la conversión fraudulenta. Además, el clérigo musulmán presuntamente involucrado en la conversión no compareció en la corte, lo que plantea interrogantes sobre la validez del proceso.
Este caso también destaca las preocupaciones sobre las leyes de blasfemia en Pakistán, que plantean un riesgo significativo para aquellos que abandonan el Islam. A pesar de que la libertad religiosa está reconocida por instrumentos de derechos humanos, incluida la constitución de Pakistán, la persecución de los cristianos sigue siendo una realidad palpable en el país.
Shafique ha anunciado planes para impugnar la decisión del tribunal ante la corte de apelaciones, en un esfuerzo por buscar justicia para Masih y abordar las violaciones de políticas por parte de NADRA. Mientras tanto, Pakistán continúa siendo un punto focal en el escenario mundial por su tratamiento de las minorías religiosas, ocupando el séptimo lugar en la Lista Mundial de Persecución Cristiana de 2024.
Imagen destacada: Pakistani Journal
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