En un comunicado conjunto, obispos anglicanos y católicos romanos han hecho un llamado urgente para poner fin a la devastación que la guerra civil en Sudán ha causado en su pueblo. Describen esta lucha como un conflicto olvidado, sin ganadores y una de las mayores catástrofes humanitarias de nuestro tiempo.
Los obispos enfatizan una crisis de hambre sin precedentes, citando estadísticas alarmantes: más de 10.5 millones de personas desplazadas y 25 millones que necesitan ayuda humanitaria urgente. Además, se han reportado casi 15,000 muertes y 26,000 heridos, con mujeres y niños siendo desproporcionadamente afectados por la violencia.
Estas cifras, aunque impactantes, solo arrojan luz sobre la magnitud del sufrimiento que está ocurriendo en Sudán. Los líderes religiosos hacen un llamado a la atención sostenida, la oración y la acción en solidaridad con aquellos que están sufriendo en todo el mundo, reflejando los mensajes del Papa Francisco y el Arzobispo de Canterbury.
Además, instan al Gobierno del Reino Unido y a la comunidad internacional a facilitar un cese al fuego inmediato y garantizar un acceso humanitario sin trabas para evitar una crisis aún mayor. Es crucial que se tomen medidas concretas para poner fin a esta tragedia y brindar alivio a los millones que están atrapados en medio del conflicto.
La guerra civil en Sudán no solo está causando estragos en la región, sino que también está dejando cicatrices indelebles en la conciencia global. Es hora de que el mundo se una en solidaridad y acción para poner fin a este conflicto y proporcionar ayuda desesperadamente necesaria a aquellos que la necesitan desesperadamente.
Imagen destacada: Joao Silva, New York Times
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