La Iglesia Hillsong se encuentra en medio de una controversia después de que Anna Crenshaw, una exmiembro, afirmara que la iglesia intentó silenciarla mediante una oferta de acuerdo. Sin embargo, la iglesia niega estas acusaciones y afirma que estaba lista para el juicio, pero se comprometió en discusiones de acuerdo de buena fe cuando fue abordada por el equipo legal de Crenshaw.
Crenshaw, por su parte, expresa desilusión por haber sido solicitada a firmar un acuerdo de confidencialidad (NDA, por sus siglas en inglés) y a emitir una declaración conjunta, lo cual rechazó. Alega que fueron representantes de Hillsong quienes iniciaron las conversaciones de acuerdo, contradiciendo la versión de la iglesia.
La Iglesia Hillsong argumenta que no debería ser responsabilizada por las acciones de un antiguo empleado en un encuentro privado. Sin embargo, Crenshaw relata su experiencia de agresión por parte de un administrador de la iglesia y critica la respuesta de Hillsong, alegando que se manejó de forma inapropiada y con falta de apoyo.
En un giro más en la historia, Crenshaw acusa a Hillsong de utilizar al perpetrador como chivo expiatorio y de evitar la rendición de cuentas por el mal manejo de su caso. Demandando que Hillsong reconozca su mal manejo, aprenda de la situación y se comprometa a brindar un mejor apoyo a las víctimas en el futuro.
Este último desarrollo agrega una nueva capa de complejidad a la controversia en torno a la Iglesia Hillsong y sus prácticas internas. Se espera que este caso continúe generando atención y debate en los próximos días.
Imagen destacada: Joel Carrett/AAP
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