Con la proximidad de las elecciones presidenciales en Panamá, los ciudadanos se preparan para elegir un nuevo líder, cuyas políticas podrían tener consecuencias significativas para la migración a través del país. Entre los principales candidatos se encuentra José Raúl Mulino, quien ha prometido cerrar la Brecha del Darién, una densa selva que los migrantes atraviesan para ingresar a Panamá desde Sudamérica.
El aumento del flujo migratorio hacia Panamá ha generado tensiones, con residentes locales culpando a los migrantes de problemas como la delincuencia y los problemas sanitarios. A pesar de la significativa presencia evangélica en Panamá, estos grupos religiosos han mostrado una participación limitada en temas relacionados con la migración.
La peligrosa ruta a través de la Brecha del Darién es utilizada por migrantes de diversas procedencias, lo que ha llevado a problemas de salud y peligros para quienes intentan atravesarla. Organizaciones como World Vision y algunas organizaciones cristianas ofrecen ayuda a los migrantes, mientras que el Papa Francisco ha enfatizado la dignidad de los migrantes durante una visita cercana a la Brecha del Darién.
La Fundación Ayuda al Migrante (FAM), fundada por un pastor evangélico, ha ganado reconocimiento del gobierno por su labor en ayudar a los migrantes. Sin embargo, los esfuerzos de la comunidad cristiana en Panamá en asistir a los migrantes han sido modestos en comparación con la magnitud del problema.
La migración ha puesto tensión en los recursos locales y ha causado tensiones en los pueblos fronterizos. A pesar de esto, la migración no es una de las principales preocupaciones para los votantes evangélicos panameños, quienes se centran más en políticas socialmente conservadoras.
Los evangélicos han ganado influencia política en Panamá después de oponerse a una ley de educación sexual en 2014. La legislación panameña es conocida por ser socialmente conservadora, con una oposición firme al matrimonio entre personas del mismo sexo y los derechos LGBTQ+.
La Alianza Evangélica de Panamá ha llamado a un ayuno y oración antes de las elecciones, centrándose en los valores morales de los candidatos y sus posturas políticas. La corrupción también es una preocupación significativa para los votantes, con el expresidente sentenciado por lavado de dinero.
Aunque los evangélicos latinoamericanos tienden a apoyar a candidatos de derecha, no está claro qué candidato ganará su apoyo en Panamá. A pesar de las dinámicas políticas, la urgencia de los problemas migratorios sigue siendo primordial para garantizar la justicia y la dignidad para todos los individuos.
Imagen destacada: The New York Times
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