En una conferencia sobre natalidad cerca del Vaticano, el Papa Francisco instó a los jóvenes a tener hijos a pesar de los desafíos del cambio climático y los conflictos bélicos. El pontífice destacó la importancia de que las naciones ayuden a las mujeres a equilibrar la maternidad y el trabajo, asegurando la estabilidad laboral para los jóvenes y asistiendo a las parejas en la compra de viviendas.
El Papa Francisco ingresó a la sala de conferencias en su silla de ruedas y fue recibido con una ovación de pie. El encuentro marcó el cuarto año de los Estados Generales sobre Natalidad, al que asistieron varios profesionales para abordar la disminución de las tasas de natalidad.
Durante su discurso, el Papa enfatizó la importancia de mantener la esperanza y la fe, subrayando el esfuerzo colectivo necesario para construir el futuro. Criticó teorías obsoletas que consideran el control de la población como necesario para prevenir crisis, argumentando que la vida humana es un regalo, no un problema.
El verdadero problema, según Francisco, son el egoísmo, el consumismo y el individualismo. Expresó su preocupación por las tasas de fertilidad en declive en los Estados Unidos y la Unión Europea, destacando el envejecimiento de la población en Italia.
El Papa Francisco criticó las inversiones en el comercio de armas y anticonceptivos, los cuales considera que destruyen o impiden la vida. Llamó a políticas proactivas para abordar las complejas razones detrás de la disminución de las tasas de natalidad.
Instó a los gobiernos a apoyar políticas centradas en la familia, ayudar a las madres a equilibrar el trabajo y el parto, ayudar a los jóvenes a lograr la seguridad laboral y ayudar a las parejas jóvenes a comprar viviendas. El Papa Francisco hizo hincapié en la importancia de las relaciones familiares sólidas y el papel crucial de los ancianos y abuelos en la vida familiar.
Imagen destacada: Ashwin Vaswani en Unsplash
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