Dos pastores, Kiflu Gebremeskel y Haile Nayzgi, fueron arrestados en Eritrea el 23 de mayo de 2004 y permanecen en prisión sin juicio. Se cree que su detención está relacionada con liderar congregaciones evangélicas prohibidas después de que el gobierno cerrara iglesias evangélicas en 2002.
Ambos han sido mantenidos incomunicados, sin acceso a sus familias, abogados y atención médica, y podrían haber sido sometidos a abusos. Esta situación no es ajena a los cristianos que practican fuera de las denominaciones oficialmente sancionadas, quienes han sido blanco de arresto e encarcelamiento desde 2002.
El presidente de Eritrea, Isaias Afwerki, ha sido acusado de abusos sistemáticos contra la población, incluida la persecución religiosa. Gebremeskel, reconocido académico y líder religioso, mientras que Nayzgi dirigía una iglesia con numerosos grupos de adoración.
Se estima que más de 350 cristianos están encarcelados por su fe, con algunas estimaciones llegando hasta 1,000. Grupos de defensa de los derechos humanos y organismos internacionales como USCIRF han pedido su liberación.
Otros pastores, incluido Meron Gebreselasie, también han sido encarcelados. USCIRF instó a la Casa Blanca a abordar las violaciones a la libertad religiosa en Eritrea.
Eritrea ha sido designada como un País de Preocupación Particular por violaciones a la libertad religiosa desde 2004. Open Doors clasifica a Eritrea como "la Corea del Norte de África" por la persecución cristiana, con alrededor de 1,000 cristianos encarcelados enfrentando duras condiciones.
Las redadas para arrestar creyentes son comunes, con informes de violencia de género, incluida la violación, en las prisiones.
Imagen destacada: The Global Lane/CBN News
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