Nazeer Gill, un anciano cristiano de Sargodha, se encuentra en estado crítico tras ser brutalmente atacado por una turba incitada por un vecino musulmán que lo acusó falsamente de quemar el Corán. El incidente tuvo lugar en la Colonia Mujahid de Sargodha, donde también fue saqueada la casa de Gill y su fábrica de zapatos fue incendiada.
La acusación surgió cuando Gill quemaba papeles de desecho, entre los cuales alguien había arrojado un Corán, lo que llevó a acusaciones de profanación. Las tensiones ya eran altas debido a disputas comerciales con dos musulmanes locales, Ayub Gondal y Muhammad Ikraam. Días antes del incidente, los nietos de Gill tuvieron una pelea con el hijo de Gondal por disputas de propiedad.
La turba atacó a Gill con ladrillos, piedras y palos, además de vandalizar su propiedad. Algunos residentes cristianos huyeron para salvarse. La policía intervino y logró salvar a la familia de Gill, pero no pudo evitar la violencia contra él y su propiedad.
Gill fue colocado en un ventilador y su condición es crítica. Su familia permanece escondida por temor a nuevos ataques. Testigos presenciales informaron que la turba fue incitada por consignas extremistas y algunos incluso filmaron el ataque.
Las autoridades han arrestado a 15 musulmanes y han desplegado a 2,000 agentes de policía para restaurar el orden. A pesar de ello, Gill fue acusado bajo las leyes de blasfemia y la Ley Antiterrorista para apaciguar a los musulmanes locales.
Líderes cristianos condenaron el ataque y criticaron a las fuerzas del orden por su inacción. Han pedido una investigación imparcial y una mayor protección para las minorías religiosas. Este incidente refleja los problemas persistentes de intolerancia religiosa y el abuso de las leyes de blasfemia en Pakistán.
La comunidad cristiana y grupos de defensa de derechos humanos exigen justicia para Gill y medidas más fuertes para proteger a las minorías religiosas en el país.
Imagen destacada: Hamid Roshaan en Unsplash
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