El espíritu festivo del Pesaj, la festividad judía que conmemora la libertad del pueblo hebreo, se ve empañado este año por la sombra del conflicto continuo en Oriente Medio. Mientras Israel se prepara para celebrar la liberación de sus antepasados, muchos se enfrentan a un dilema emocional: ¿cómo celebrar la libertad en medio de la pérdida y la incertidumbre?
Desde el estallido de la guerra y las trágicas pérdidas humanas, especialmente la captura de más de 230 israelíes por parte de Hamas, la atmósfera en el país se ha cargado de dolor y cautela. Las preocupaciones sobre posibles ataques durante las celebraciones del Pesaj están llevando a algunos hogares a limitar el número de invitados al Seder, ya que los refugios antiaéreos suelen ser inadecuados para reuniones más numerosas.
Para personas como Deborah Mintz, superviviente de un ataque de Hamas, la celebración del Pesaj este año es un desafío emocional abrumador. "Es difícil encontrar alegría cuando la sombra del conflicto está tan presente", compartió Mintz, con la voz entrecortada por la emoción.
El rabino Yael Vurgan señaló que los residentes cerca de Gaza se sienten en conflicto al celebrar la libertad mientras permanecen rehenes en manos de Hamas, sintiéndose descuidados por el Estado. "Es una paradoja dolorosa", admitió el rabino, "una lucha por encontrar significado en medio del sufrimiento".
La dificultad de reconciliar los temas de libertad del Pesaj con los eventos actuales también resuena en la comunidad judía estadounidense. Jenni Person, de Miami, expresó su preocupación por las posibles tensiones entre los invitados al Seder con opiniones divergentes sobre Israel y el antisemitismo.
A pesar del ambiente emocionalmente cargado, muchos judíos de todo el mundo están buscando hacer que el Pesaj sea significativo honrando a las víctimas. Se están proponiendo diversas formas de conmemoración, como dejar sillas vacías o contar sus historias.
Entre las sugerencias para conmemorar la masacre del 7 de octubre se incluye atar cintas amarillas alrededor de las copas de kiddush y usar macetas vacías o limones como símbolos de la pérdida y la amargura transformadas en dulzura.
A pesar de todo, algunos, como Stanley Kaye, están decididos a celebrar el Pesaj como un acto de resiliencia y gratitud, inspirándose en ejemplos históricos de celebración en medio de la adversidad. "Es en momentos como estos que nuestra determinación como pueblo se pone a prueba", declaró Kaye con determinación.
A medida que Israel y la comunidad judía global se preparan para el Pesaj, se enfrentan a un desafío doble: mantener viva la llama de la libertad mientras honran a aquellos cuya libertad sigue siendo esquiva.
Imagen destacada: Getty Images/iStockphoto
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